El photocall: la otra cara de la boda

El photocall: la otra cara de la boda

El photocall puede ser la opción más divertida y original de recordar el día de tu boda

Seguro que cuando piensas en el photocall te imaginas a todas esas estrellas sobre alfombra roja posando para los fotógrafos de las revistas, luciendo sonrisas y vestidos de diseñadores más o menos conocidos, en un juego de exhibición en el que se mezclan el glamour y el protagonismo no siempre justificado de famosos y acompañantes.  Y no te equivocas. La misma palabra en inglés lo dice: el photocall fue en sus orígenes, y sigue siendo todavía, ese espacio reservado en acontecimientos públicos preparado para que las “celebrities” sean  retratad@s por ávidos fotógrafos que les reclaman poses y gestos. Con el photocall clásico se promociona así el propio evento y las marcas que lo financian, pero también lo hacen los diseñadores de moda que ceden “desinteresadamente” sus trajes a los famosos  y estos mismos que lo aprovechan para lucirse y mantener su protagonismo en este mundo en el que la realidad se construye, en gran medida, a través de las imágenes que la interpretan.
Por imitación, sin embargo, el photocall se ha puesto de moda también en acontecimientos privados, de particulares o empresas, y muy especialmente en bodas y todo tipo de reuniones sociales en las que acaba siendo un medio desenfadado a través del que los invitados se dejan fotografiar en su faceta más relajada, divertida y desinhibida.
En el caso de las bodas, con el photocall se consiguen las “otras fotos”, las que no están vinculadas a la ceremonia o a las celebraciones posteriores y en la que los novios y los invitados deciden dejar un testimonio, casi siempre festivo, de su presencia en el enlace. El mismo photocall se acaba convirtiendo en uno de los momentos más divertidos de las celebraciones de boda, sobre todo cuando se acompaña de atrezzo, disfraces o fondos sugerentes. ¿Cómo renunciar a la fotos del tío Emilio con gafas gigantes, a las de tu suegra con boa, zapatillas y medio achispada o a las de tus amigotes en cualquier pose teatral agarrando al novio de la corbata mientras tú tiras en dirección opuesta de su brazo? ¿Quién se resiste a esa foto del padrino con peluca o a las de las primas del pueblo intentado coger el ramo de la novia al vuelo? Son esas otras fotografías que enseñan los momentos más ligeros de tu boda, esos que la harán recordar con una sonrisa a quienes acudieron a ella y que a ti mism@ te seguirán divirtiendo por muchos años que pasen.
El photocall en las bodas se suele instalar en la barra libre o cerca de la pista de baile, en exterior o interior, pero siempre en un lugar atractivo que anime a los invitados a posar. Además existen muchas alternativas para organizarlo. Una muy buena idea es regalarles a vuestros invitados las fotos en el momento, haciéndolas con una Polaroid original de estilo vintage o imprimiéndolas con una impresora bluetooth portátil, o podéis pegarlas en un mural o en un libro de firmas con su dedicatoria una vez impresas en papel. También podéis hacer un álbum específico de photocall o montar un videocall (en vez de fotos un vídeo que lo graba todo). O, incluso, montar escenarios, lonas personalizadas o ingeniosas obras para meter la cabeza. Y, en el caso de los que preferís una boda low cost ¿Por qué no optar por el estilo DIY –Do it yourself- ¡Os encantará hacer las fotos vosotros mismos!
photocall bodas madrid
¡¡Una infinidad de alternativas para los momentos más divertidos de tu boda o de cualquier otro evento!! Y es que cuando se trata de hacer fotografía creativa, cualquier idea que se te ocurra es posible. ¡Cuéntanos la tuya y la haremos realidad!

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