Ordenemos ideas. Ya estás escribiendo el guión de tu boda. Respondes a las preguntas y empiezas a fijar los detalles. Será un día perfecto, será tu día perfecto. Escribe el guión de boda con los pies en la tierra y con el corazón a doscientos.
¿Por qué no haces un storyboard si se te da bien lo del dibujo? O tal vez ¿Por qué no te dejas ayudar por un wedding notebook? En Internet puedes encontrar ejemplos geniales que después quedan como preciosos recuerdos de aquellos meses y semanas de tanto ajetreo. Incluso los más enganchados al móvil pueden encontrar muchas apps específicas para planificar su boda, controlar sus gastos y recordar a la familia y los invitados los días, minutos y segundos que quedan para el gran día.
Y es que tu boda es única, tiene identidad propia y el diseño y el encaje de cada pieza es un trabajo casi artesanal.
En este trabajo los fotógrafos que elijas serán tus mejores aliados. Son ellos los que mejor pueden captar esa identidad especial que le quieres dar a tu boda. Y al final, el reportaje fotográfico de tu boda va a ser el testimonio que utilizarás el resto de tu vida para rememorar ese momento al que ahora dedicas tanto esfuerzo e imaginación y en el que derrochas tanta ilusión. Así, un buen reportaje fotográfico debe saber captar bien la boda que has diseñado, destacando los detalles que para ti son importantes y desde el enfoque personal que os animó a dar el “sí, quiero”.
Ten en cuenta que ya hace tiempo que los fotógrafos de boda hemos dejado de ser “notarios” gráficos de los matrimonios y nos hemos transformado en narradores con imágenes.
¿Te acuerdas de esas fotos antiguas de nuestros abuelos y bisabuelos posando para la posteridad con sus elegantes trajes de recién casados? Son las fotos de un acto social, en el que lo esencial era reflejar el acontecimiento, no el sentimiento. Son fotos magníficas, pero apenas nos dicen nada de sus protagonistas, sí de sus costumbres y de su tiempo, pero poco de las personas implicadas. Ahora las cosas han cambiado. Las fotos de los highlights de las ceremonias se mantienen, claro, e incluso los posados más o menos preparados. Pero el interés se suele desplazar a la historia del acontecimiento y a los momentos más personales de sus participantes. El reportaje fotográfico, si es bueno, se transforma casi en un documental, Ya no es suficiente una foto técnicamente buena. Se requiere darle un enfoque personal, estético y profundo a la vez, que sea coherente con lo que quieres para tu boda.
Por eso, descríbenos tus ilusiones, cuéntanos tus deseos, enséñanos tus dibujos….que nosotras los traduciremos en imágenes. Con el reportaje fotográfico nos encargaremos de proporcionarte el recuerdo de boda más auténtico, más próximo a ti, el que mejor expresará para siempre cómo decidiste que ese día se iba a convertir en uno de los más felices de tu vida.
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